Bodega Antion
La propuesta que aquí se expone no es más que la respuesta a la suma de objetivos descritos en los puntos anteriores bajo dos principios.
Por un lado, la protección y cuidado del medio en el que se va a desarrollar la implantación. Se trata de moldear la parcela, una parcela muy irregular, podríamos decir que informe, y con un desnivel de 10 m. de altura; de encajar los grandes volúmenes de las naves de la bodega de tal manera que la finca las asuma con naturalidad, como si siempre hubieran formado parte de ella. En segundo lugar, hacer de la parte administrativo-comercial un hito publicitario y una imagen de marca reconocible.
En la línea de lo anterior, el proyecto se enfoca contemplando la implantación de la bodega como una cepa del viñedo, enraizada en la tierra, bajo la cual (en su profundidad) se alimenta la producción, mientras que al aire, sus hojas recibiendo la luz del Sol, nos permiten reconocerla, verla, ofreciéndonos su deseado fruto limpio y apetecible. El fruto, que surgiendo de la tierra, brota de ella como ofrenda natural de su Ser, fecundado por la mano del hombre.
En efecto, la mayor parte de la bodega se sitúa bajo rasante, es decir, bajo tierra y cubierta por un manto verde sin incidencia en el paisaje. Se trata de la parte operativa de la bodega, cuyas necesidades de equilibrio térmico aconsejan, siempre que sea posible, su protección con el terreno natural. El césped sobre ellas creando un manto de aislamiento al impacto del Sol y la regulación térmica mediante la evaporación del agua de riego constituyen aportaciones de garantía para el fin previsto.
Estos cuerpos soterrados van emergiendo de la tierra de manera diferente, con presencia distinta en función de su variada volumetría. Así, la nave de elaboración que al Norte presenta tan solo su coronación, al Sur evidencia prácticamente su volumen completo, razón por la cual posee una fachada ventilada que la protege de la incidencia directa del Sol.
La nave que alberga el almacén de materia prima y el tren de embotellado, de planta rectangular, protege del Sur a la cara que quedaría expuesta en la nave de envejecimiento, quedando así también protegida por su cara oeste y soterrada por la este.
Es la zona administrativa, comercial y representativa la que ofrece una mayor presencia. Esta parte del conjunto preparada para albergar los servicios administrativos, se complementa con los servicios propios de hostelería para atender, visitas en doce habitaciones de alta gama. La atención y cuidado con el que se quiere vincular al visitante, está inseparablemente asociado al sosegado disfrute de la gastronomía y por extensión de los servicios de hostelería que lo haga posible.
Sus diferentes estancias se abren al paisaje de viñedos con la sierra de Toloño como telón de fondo. Todas ellas individualizadas en su formalización y con la vista hacia el paisaje, enmarcado por la envolvente construida como marco del mejor paisaje, en su visión desde el interior de la estancia.
Tal y como describíamos, es el área que recibe la luz del sol, la que establece los vínculos con el exterior, la que nos permite reconocerla y la que nos ofrece sus frutos, la que pretende mostrarnos la calidad y mimo con que se elaboran sus vinos.
Se trata del volumen (mejor, suma, secuencia o sucesión de volúmenes) que se constituye en hito o referencia de ese paisaje inmediato. Es la bodega construida por el hombre la que pretende dar sentido al paisaje, al igual que es la mano del hombre la que ordena la agricultura racionalizando, modelando y domando el medio natural.
La sala de elaboración, un cilindro de 30 m. de altura libre, es la pieza que constituye el núcleo, no solo del proceso de elaboración del vino sino también generador de la compleja geometría del proyecto. Preparada para un meticuloso proceso de elaboración por gravedad (evitando bombeos y siempre por derrame) mediante un tecnológico sistema de movimientos en vertical con depósitos colgados para evitar bombeos, agitación y estrés en el vino.
Perimetralmente, y también soterrada, le envuelve la sala de crianza o de barricas, cuya estructura a base de muros concéntricos calados con vacíos parabólicos ofrece una imagen rica y singular.
Geométricamente la planta de la bodega se traza concéntrica a partir de la sala de elaboración y se extiende desplegándose a modo de cola con la abstracta pero lineal sala de envejecimiento. Al igual los cuerpos administrativos y comerciales, así como el pequeño hotel, se despliegan como impelidos por una fuerza centrífuga hacia el Norte, en la búsqueda del paisaje.
El hormigón monolítico visto y en color, preside el conjunto, solamente alterado por el acero inoxidable que corona el gran cilindro a la sala de elaboración en coherencia y como referencia y simbología de su función.
En paralelo al circuito operativo de la bodega, el proyecto contempla un recorrido para visitantes que, sin interferir el proceso, disfruta de panorámicas sobre cada uno de los singulares espacios de la bodega. Apartado del programa que adquiere un gran protagonismo en las bodegas de última generación y que condiciona notablemente su diseño.