Ciudad de la Justicia
Se ha optado por un zócalo, complejo y fracturado, acabado en piedra de travertino rojo con un estudiado despiece horizontal, para que se integre orgánicamente con la vegetación de los patios. Sobre el mismo se apoya un prisma elemental, de aspecto vibrante y velado por los cuatro órdenes de los parteluces de hormigón “grc” tintado, estas piezas se desplazan entre si atendiendo a las diferentes orientaciones de sus fachadas. Por detrás de ellos una fachada de prefabricados de hormigón blanco visto con carpinterías de aluminio completan el aspecto del edificio en sus planos verticales. El conjunto de las dobles fachadas exteriores es transitable por el exterior de los vidrios por medio de pasarelas a efectos de mantenimiento e incluso de utilización por los servicios de extinción de incendios. Interiormente se provocan los reflejos y las luces del complejo conjunto de patios que calan en el prisma en algunas, o según los casos, la totalidad de sus plantas inundando el interior de luz tamizada y de frescor, haciendo mucho más agradable la estancia en los espacios comunes o esperas a los juicios. Estos patios se resuelven con una carpintería de muro cortina en sus fachadas y con tramex en las cubiertas, actuando a modo de filtro solar.
El edificio resuelve todas las circulaciones interiores y accesos entre sus distintas dependencias mediante un sistema de entradas independizadas, de manera que se plantean circulaciones controladas exclusivamente para las áreas administrativas, diferenciadas y separadas de las de carácter público, con el fin de evitar sus interferencias funcionales. El proyecto pretende por tanto, no solo dar respuesta adecuada a las complejas necesidades funcionales que requiere la Administración de la Justicia, sino también y especialmente concebir un edificio que responda por su escala y configuración a las especiales características de la zona en el que se implanta.