Pabellon del Sol
Un fragmento de Sol aparece, visto desde los jardines, suspendido sobre los bojes que protegen los enormes Plátanos que flanquean el Paseo del Salón. Este bulevar francés del diecinueve da forma, proporciones, posición y cota al Pabellón. Leve y compacto encierra un espacio abierto de luz cambiante.
El año 2007 sería definido por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como Año Internacional Heliofísico (AIH), no sólo porque el 2007 es el 50 aniversario del Año Internacional Geofísico, sino porque además es un "mínimo solar", es decir, la actividad solar es mínima por lo que será más fácil estudiar y observar eventos aislados en el Sol y reconocer su influencia en la Tierra.
Como preámbulo a las actividades que se celebrarán con motivo del AIH, el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y a Estación Experimental del Zaidín (EEZ) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dedican la edición 2006 de la Semana Europea de la Ciencia y Tecnología
(SCyT) al Sol.
El Pabellón alberga una exposición que muestra diferentes aspectos de esta estrella: astronómico, biológico y sociocultural. Las áreas de exposición son las denominadas Astro, Bio y Social. En ellas recorremos la naturaleza estelar del Sol y su influencia en la vida de nuestro planeta, tanto biológica como cultural.
Invierno
Aparece, visto desde los jardines, suspendido sobre los bojes que protegen los enormes Plátanos que flanquean el Paseo del Salón. Este bulevar francés del diecinueve da forma, proporciones, posición y cota al Pabellón.
El exterior no revela aquello que ocurre en el interior, pero lo sugiere. Puede ser un columpio, un lavado de coches, una exposición, un paso o un túnel del tiempo. La gente se acerca al Pabellón, como a una atracción de feria, movida por la curiosidad de saber qué es y qué encierra. Su ambigüedad dimensional, fruto de la autonomía dimensional de cada pieza que lo compone, asemeja su fisonomía a la de un objeto sin escala.
El Pabellón del Sol es una membrana que envuelve un paso elevado. Un instrumento capaz de atrapar un recorrido bajo la luz (de día y de noche) y acomodar el espacio a sus contenidos. Esta membrana es a su vez un espacio embalado, una cámara de luz y calor, de “sol”. Calor que sube en el interior la temperatura exterior hasta 7ºC y luz que esta cámara absorbe y desprende, transformando el interior del pabellón y el bulevar a lo largo del día y de la noche. Durante el día recoge luces y sombras que filtran los árboles mimetizándose con el entramado vegetal. Por la noche su iluminación sustituye el tradicional alumbrado de farolas tintando los jardines de colores cálidos del espectro solar.
El paso, elevado, te hace partícipe de una atmósfera radicalmente diferente a la del Paseo. El Pabellón del Sol propone un recorrido lineal por un espacio alterado por el contenido de la exposición que marca tanto cambios en la sección como en la luminosidad de los espacios que conforman el paso.
Una inmersión, una compresión y un espacio abierto interior marcan la secuencia de espacios que se experimentan en el recorrido. Leve y compacto encierra un espacio abierto de luz cambiante.
35.000 curiosos, en 7 días, lo han paseado.