La vivienda y el estudio-taller se sitúan en una parcela de una pequeña urbanización en Mijares, a cinco kilómetros escasos de Torrelavega, que goza de buena accesibilidad, un entorno rural con hermosas praderas, bastante humanizado, y vistas lejanas de los Picos de Europa, Peña Sagra y Tres Mares.
El proyecto intenta resolver el programa, relativamente complejo, considerando las determinaciones del planeamiento y las características de la finca: acceso por la buena orientación, topografía en pendiente, forma trapezoidal, orientaciones, vistas, edificaciones colindantes y la presencia de un gran árbol, un salix fragilix.
El edificio se dispone en paralelo al vial de acceso en una posición retrasada, creando un jardín-pradera bien orientado. En la parte posterior se define una banda suficiente para proteger el sauce, dejando el espacio para una huerta escalonada.
La topografía de la parcela permite superponer las áreas diferentes del programa, con accesos independientes y cierta privacidad.
Se accede a la vivienda por el linde sudeste, colocándose en la cota más alta de la finca. Pensando en la estructura de la familia con estancias temporales de los hijos, la vivienda se organiza en dos áreas diferenciadas, en inicio yuxtapuestas, elevándose posteriormente el área de los hijos, para marcar su autonomía.
En la planta baja se localiza, el acceso cubierto, las conexiones con las otras plantas, un aseo, el salón, la cocina y un amplio dormitorio, con baño y vestidor. La planta siguiendo un esquema miesiano se estructura en torno a un núcleo de servicios. El salón se abre al jardín delantero, con una gran marquesina, y el dormitorio a la huerta, gozando de vistas lejanas. Una estantería pasante articula ambas estancias. En la parte posterior junto al lavadero y la sala de calderas se crea un pequeño patio de servicio.
Los dormitorios de los hijos, tres, con sus baños, se localizan en la planta superior, desplazada y dispuesta trasversalmente, siguiendo la dirección de la escalera lineal. Los dormitorios y las circulaciones se abren en orientaciones giradas respecto los huecos de la planta inferior, disfrutando de una amplia terraza ajardinada. La solución permite crear bajo este cuerpo sobre pilotis, el acceso y un espacio para dejar los coches.
En la prolongación de la marquesina se construye un pequeño pabellón de baño para toda la familia.
Al estudio, situado en semisótano se accede por el linde noroeste, la geometría trapezoidal permite crear un espacio ajardinado de acceso. Se organiza en tres bandas, dos grandes salas, una dividida con mamparas de vidrio y una banda central con el acceso y el cuarto de máquinas. Estas estancias abren a la única fachada de esta planta. Las estanterías adosadas a los muros de contención se disponen transversalmente. Tras la escalera lineal, que conecta las tres plantas, junto al aseo, se dispone un espacio de almacenaje y trabajo de maquetería, iluminado cenitalmente.
La construcción es muy elemental, con el volumen bajorasante pesado y las piezas elevadas ligeras. El estudio se construye con muros y losas de hormigón armado, y la vivienda, manteniendo el núcleo central de hormigón, con estructura direccional de acero, mínimas fachadas, recubiertas con chapas de aluminio magnal, y cubiertas ligeras, de pequeña pendiente, también de aluminio, terminadas con una solución ajardinada. Los suelos del estudio son de mortero de resinas, los exteriores de piedra caliza gris de Roiz, y los de la vivienda de tarima de alerce. Tan solo se revisten, parcialmente, los paramentos de los cuartos húmedos con tableros fenólico hpl. Las puertas interiores son de vidrio, salvo en la planta superior que quedan escondidas en un paramento de tablero contrachapado revestido de hpl.
Los espacios, con cierto aire de la arquitectura californiana de los cincuenta, tan bien retratada por el fotógrafo Julius Schulman y recreada por el artista Rodney Graham en su obra “The Gifted Amateur”, están caracterizados por las soluciones constructivas y los grandes huecos que permiten la entrada de luz y la prolongación del edificio en su jardín. El carácter excesivamente industrial queda matizado por los suelos de madera natural, las cortinas de “ola” y el mobiliario.
El mobiliario fijo se ha ejecutado con chapones de acero metalizado, tableros contrachapados con acabados de hpl y vidrios, recurriendo para el resto a muebles de Le Corbusier, Charles & Ray Eames, Maarten Van Severen, Ronan y Erwan Bouroullec y Patricia Urquiola.
La forma del edificio refleja la organización de las tres piezas superpuesta, con el juego de volúmenes, el contraste de materiales y los huecos con las orientaciones alternadas .
En el muro exterior se han plantado salvias, arces campestres en camino de acceso, carpes en el resto del cierre perimetral, en la pradera manzanos y un arce pacífico, en el jardín del estudio azaleas, cactus entre las gravas, en los taludes bettys tapizantes, en la cubierta sedums acres, corales, spuriums… y en la huerta, junto al sauce, grosellas, menta, lavandas, calabacines, lechugas, tomates…