Plaza y calle en Vilassar de Mar
Se trataba de intervenir en el espacio urbano resultante de vaciar una parte de una manzana y un pequeño tramo de la calle Dr. Masriera en el casco antiguo de Vilassar de Mar, población de la costa del Maresme al norte de Barcelona. La intervención ha querido recalcar la importancia de la calle Dr Masriera como eje urbano que discurre en segundo plano por detrás del frente marítimo. Dotado de servicios y protegido por la trama urbana de casco antiguo, se convierte en un eje peatonal y comercial al cual han ido apareciendo una serie de dilataciones para ganar lugares de estar y un cierto esponjamiento urbano.
También se tuvo en cuenta la conexión con la plaza Pau Vila (espacio abierto al frente marítimo).
La propuesta de la plaza obedece en gran medida al reconocimiento de dos trazas urbanas, por un lado la dilatación de la calle Dr. Masriera que se formaliza por la ampliación del pavimento de la acera generando el ámbito de la plaza como lugar de acogida. En el otro la existencia de las escaleras ajardinadas que conducen a la plaza Pau Vila definiendo un claro eje visual sobre el mar que se ha querido integrar al proyecto como parte de un recorrido que descubre las relaciones visuales con el entorno.
La propuesta pretende responder a estos condicionantes con los mínimos elementos posibles. Se ha optado por la disposición de dos elementos lineales ortogonales entre si, que contienen las dotaciones de mobiliario urbano así como de vegetación de la plaza. Estos elementos se alinean a la traza de las escaleras recogiendo la dilatación de la calle.
Allí donde la plaza adquiere su carácter más recogido es donde se dispone una pequeña zona con juegos infantiles que pretende dar servicio a una guardería próxima. Al otro lado de la calle junto a las escaleras se produce otra dilatación con otra zona de estar. Al estar estas zonas de estar a ambos lados de la calle consiguen que la plaza pase por encima de esta.
El proyecto utiliza dos colores para diferenciar el ámbito peatonal del de paso ocasional de vehículos y refuerza cromáticamente la dilatación de la calle al llegar a la plaza.
Al tratamiento cromático se le ha sumado el uso de la textura en el pavimento donde el paso de vehículos deja su huella por la utilización de una pieza mas pequeña en el despiece que absorbe mejor los esfuerzos provocados por el transito rodado.