Capilla en el bosque
La capilla en el bosque es una lugar destinado para la meditación, el recogimiento y la introspección. Una arquitectura para encontrar compañía en la soledad del bosque.
La Capilla en el bosque se ubica en las faldas de una colina boscosa a las afueras del municipio cundinamarqués de Subachoque.
Atravesando una tupida vegetación, El visitante comienza un ascenso pausado, en un camino con peldaños distantes entre sí, que va guiando y sorteando con calma la ligera inclinación de la superficie de la tierra.a la distancia, y en escorzo, es visible la cúspide de un bloque de concreto claro que sobresale por encima de la vegetación circundante. Una vez frente a la capilla, es recibido por un espejo de agua que, reflejando el cielo, lo prepara e invita a la purificación espiritual. Tras descender unos cuantos escalones, y ante una alta y pesada puerta de lámina de bronce, entra en la capilla para dejar atrás algo de su ser, algo que no le pertenece.
Una vez en el interior, la penumbra inunda el espacio mientras los muros internos sirven de lienzo para los reflejos del agua que entra para acompañar al visitante. En torno a una columna de soporte central, es posible encontrar distintos puntos para sentarse, arrodillarse e incluso acostarse para poder contemplar el cielo a travez de un estrecho pozo de luz, enchapado en el mismo bronce de la puerta, única abertura cenital en el interior de la capilla.
El cuerpo monolítico de concreto claro de la capilla apenas presenta algunas delicadas y cuidadas aperturas en las fachadas oriente y occidente, así como en la cubierta, permitiendo que la luz, proveniente de los cielos, sea la protagonista inundando el interior con distintas tonalidades e intensidades lumínicas variables a lo largo del día y la noche.
Una capilla libre de culto que incita a perderse en la espesura del bosque para poder encontrar lo que jamás estuvo realmente perdido.