El proyecto responde al encargo de reformar y convertir en vivienda, unas oficinas situadas en la Gran Vía de Valencia.
La distribución que nos encontramos inicialmente consistía en una sucesión de estancias conectadas a través de un largo y oscuro pasillo. La intervención plantea una reorganización del espacio para incorporar luz al interior de la vivienda y dotarla de mayor calidad.
Durante el proceso se observa que las molduras originales habían sido ocultadas por un falso techo. Se decide recuperar la altura original de cada estancia dejando vistas las molduras, con una cuidada restauración de las mismas.
Se utiliza una gama de colores contenida. Blanco en las paredes y techos y un pavimento cerámico artesanal de formato rectangular. Este pavimento dotará de continuidad a todo el espacio y realzará la belleza de los techos.